Generalmente las cosas más simples y genuinas son aquellas que más nos sorprenden....
Como este plato, nacido de viejas culturas y modos de vivir muy distintos a los de hoy, donde con "nada" se debía "nutrir" una familia, donde nada se tiraba y a todo se le daba nueva vida.
El pan ha sido siempre un alimento precioso: recuerdo muy nítidamente a mi abuela que me enseñaba, de chica, a no desperdiciarlo de ninguna manera y si por algún motivo importante no se podía evitar de tirarlo, por respeto, se debía besar antes de hacerlo...... Porqué el pan no se tira nunca, menos que menos se se ha puesto duro, tiene infinidades de recursos: utilísimo de rallar para empanar; ideal para crear los rellenos a las verduras; óptimo para preparar el budin de pan y muy bueno para hacer el pan cocido (tiempo atrás se le daba a los niños apenas comenzaban a comer!) que es un poco distinto del pan con el tuco.
Veamos que nos sirve y como preparar este plato tan simple:
pan casero duro gr; lata de tomates 250 gr; ajo 2 dientes; laurel 4-5 hojas; aceite de oliva y sal. Facultativo: ají picante.
En una sartén bastante ancha iremos a poner el aceite, el ajo y, a quién le gusta, el ají picante cortadito, dejamos calentar por algunos minutos y agregamos el tomate, el laurel y una pizca de sal, tengan presente que el pan es salado ya de por si.
Hacemos cocinar por unos 10-15 minutos, el tiempo que el tomate se retire, y agregamos abundante agua y el pan cortado en fetas: como cantidad de agua todo depende del pan y de cuanta este se absorberá, mi consejo es de hacer hervir más agua para tener disponible si eventualmente tuviera que servirnos, porqué no tiene que quedar ni demasiado seco ni demasiado líquido.
Una vez que el pan ha absorbido el tuco y se ha un poco disuelto, apaguen el fuego y.......
BUON APPETITO!!!!
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