Antes de llegar a la Granja la única variedad de espárragos que conocía eran aquellos cultivados que compraba frescos al verdulero o congelados en el supermercado, así que, la primera vez que he probado aquellos silvestres, me chocó profundamente el sabor fuerte y amargo.... sin hablar del hecho que buscaba la parte pulposa y blanda.....
Pero fue necesario muy poco para que apreciara esta diferencia y de estar muy agradecida de poder encontrarlos, más allá que en el bosque que me rodea, también entre las tapias de mi jardín.
Espárrago florecido |
Mientras para los espárragos cultivados hay distintas variedades que se dividen en blancos (tipo el Blanco de Bassano); violetas (tipo Argenteuil) y verdes (tipo Mary Washington, aquel usado comúnmente) este último es aquel más tardío y menos carnoso respecto a las otras dos variedades.
El espárrago contiene numerosos principios nutrientes entre los cuales la vitamina A, B y C, además es rico de magnesio, potasio, fósforo, calcio, sodio y un discreto contenido de hierro.
Posee propriedades diuréticas (aconsejada la tisana con la raíz desecada del espárrago para la retención hídrica.....una vez que la han bebido, no se asusten luego por el olor fuerte que libra, es dado de la sustancia que lo compone: metilmercaptano), laxante y depurativa, viene aconsejado en casos de obesidad, mientras es desaconsejado para quién sufre de enfermedades renales (arenilla), de gota, de calculosis y durante el embarazo.
Veamos como cocinarlos:
Espaguetis espárragos panceta roquefort |
Niños envueltos con espárragos |
Sedanos con espárragos y ricota
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