Decir de la calabaza que es una hortaliza es muy restrictivo; es un alimento pobre de calorías pero muy rico de minerales, así qué aprovechemos a consumirla abundantemente, dado que también se presta a ser preparada en variados modos.
Uniendo siempre colina y mar aquí tenemos una crema ideal para este primer día de frío.
Los ingredientes que nos sirven son:
calabaza pulpa 400 gr,; garbanzos 150 gr.; mejillones 800 gr.; pan duro; chalote 1; apio un pié; perejil; vino blanco ½ vaso; aceite de oliva y sal.
Una consideración sobre los garbanzos: yo he utilizado esos que he cosechado frescos a su tiempo, hervidos y luego congelados para conservarlos, pero van muy bien aquellos en lata o aquellos secos puestos tuda una noche en remojo y luego hervidos.
Limpiamos los mejillones quitándoles la barba y las incrustaciones que tienen sobre el caparazón. Las enjuagamos y las hacemos abrir en una cacerola cubierta a llama alta; también en este caso dejaremos de aparte todo el agua que los mejillones han rilasciato.
En otra cacerola ponemos el aceite de oliva, el chalote y el apio picados a rehogar, a ese punto agregamos los garbanzos y la calabaza dejando aderezar por algunos minutos; después cubrimos con el vino blanco y el agua de los mejillones dejando todavía sobre el fuego por 10-15 minutos (atención: no debe secarse, en ese caso tenemos a disposición el agua de cocción de la calabaza).
Apagamos el fuego, quitamos alguno garbanzos que dejaremos enteros y algún pedazo de calabaza y licuamos todo lo demás. Agregamos los mejillones, el perejil picado y paca sal, teniendo cuenta que el agua de los mejillones son ya sabrosos; dejamos cocinar por 1-2 minutos y servimos con costrones de pan frito o pasados al horno condimentados con un gota de aceite y.......
BUON APPETITO!!!!
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