21 mayo 2018

hierbas aromáticas florecidas con huéspedes



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Les he alguna vez dicho que yo considero la primavera un tripudio de colores y de perfumes? Siiii lo sé, mil veces, es verdad?  Es que es así; es una explosión de matices, de fragancias, de alegría.
Si bien esta primavera sea muy gris y lluviosa, en cada rincón hay un prosperar de flores que alegran y coloran los días.

Y no son para menos las hierbas aromáticas que despacito despacito, después de las heladas invernales, retornan a la vida.
Como el cebollín y sus flores violetas, de las cuales recoger las semillas para futuras plantitas.
El romero, cual nombre en latino es ros marinus "rocío del mar", que muy bien crece también en otras partes, y el cual perfume es inconfundible.


Y me doy cuenta que no soy la única a quedar fascinada y a apreciar estos dones: hay mariquitas que no logran alejarse de las flores, que aún terminan de abrirse, del Elicriso o Sol de Oro.



También los abejorros, de la familia de los apidae, los insectos más útiles e importantes de nuestra cadena ecológica para la polinización, han venido a buscar el néctar de las flores violáceas de la salvia. Planta considerada, por los antiguos Grecos y Romanos, la hierba de la salud por excelencia.

Y siempre los antiguos Grecos, asociaron la borraja a la idea de la fuerza y de la audacia.
Planta que no pertenece a las aromáticas, pero que ha crecido espontaneamente en los alrededores y que, con sus flores azules, atraen a las abejas.

Y que decir a la fin del tomillo que tiene el mayor éxito entre todos, no le alcanzan las mariquitas, ni las abejas ni los abejorros, hasta las mariposas vienen a oler el perfume de sus flores.


Pueden por lo tanto decirme que me equivoco si digo que la primavera es un tripudio de colores, de perfumes y de vida???

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