Muy complacida miro como crece; cuatro años atrás la he recibido de regalo por mi marido y no obstante algunas adversidades no se ha dejado intimidar ni derrocar.....
La hemos dejada en su maceta por cuatro meses, para que se aclimatase, antes de trasplantarla. El primer paso ha sido aquel de encontrar el lugar justo, resguardada por los vientos y donde recibiera tanto sol. Luego hemos quitado la plantita de su maceta, precedentemente bien hidratada, y la hemos enterrada en una fosa profunda y ancha más de un metro donde hemos agregado algunas palada de abono compostado. De último, antes de cubrir la base, le hemos puesto al lado un tutor...... garantizándole estabilidad, dado que sus raíces se expanden superficialmente.
La hemos inmediatamente regada sin exceder; la mimosa no soporta ni los terrenos en los cuales el agua estanque ni el exceso de riegos.
Por todo el verano la hemos controlado regando cuando era necesario porqué, si es verdad que la planta de mimosa resiste a la sequía, por los primeros dos años será oportuno mantener su terreno estable.
Durante su primer invierno hubo una copiosa nevada, el cual peso hizo que muchas ramas que apenas comenzaban a florecer se troncharan, algunas por suerte no completamente y con la ayuda de la gasa adhesivas hemos curado las heridas.
Sabia que la planta de mimosa no era resistente a las bajas temperaturas, por lo cual me había tanto precavida de cubrir el terreno de su base con hojas, hierbas y otros descartes vegetales para proteger sus raíces, (que como hemos dicho muchas son superficiales,) durante el invierno.
Sin embargo, más allá de esta cautela, la plantita misma ha desmentido lo leído luego de la experiencia que ha vivido este invierno, donde la temperatura ha caído a -5° y también menos por varios días y noches.
Como si no fuese suficiente, el año sucesivo al trasplante, mi plantita ha sido atacada por las cochinillas acanaladas ( Icerya Purchasi ) que se nutren de la savia de las plantas, secretando una substancia azucarada que atrae, entre los otros, también a las hormigas. Por suerte, interviniendo al inicio del ataque, he podido resolver remover manualmente las cochinillas; evitando de esta manera de tener que cortar los ramos infectados. No he tenido ni siquiera la necesidad de tener que recurrir a otros remedios naturales como el rociar las partes perjudicadas con agua en la cual se han derretido escamas de jabón di marsella o de castilla.
Hay que tener presente que las cochinillas adoran el calor seco y que les cuesta reproducirse en ambientes húmedos. A veces será suficiente rociar con chorros de agua continuos para resolver el problema.
Pienso que si tendré los mismos problemas cuando será adulta, llegando y superando los 10 mt de altura, tendré que buscar otras soluciones!!
Mientras tanto por ahora debo pensar en podarla hacia fines del mes y de todas maneras antes que retome su crecimiento vegetativo; operación que solicitara el corte de los ramos ya florecidos.
La verdad es que he ya iniciado a podarla el 8 de marzo cuando, tanto yo como mi marido, hemos cercenado tantos ramos florecidos para regalar en el día internacional de las mujeres.
Reflexionaba como la mimosa continua a crecer lujuriante y a regalarnos sus perfumadísimas flores más allá de las varias adversidades que ha debido superar y......
Efectivamente no se podía elegir otra flor para simbolizar a la mujer: delicada y fuerte al mismo tiempo!!!
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