Para cada kilo de caquis, ya bien limpios y pelados, consideramos: 1 manzana; 1 limón con relativa cáscara; 600 gr. de azúcar; 100 ml de licor a la naranja o también al amaretto; 1/2 cuchara de esencia de vainilla.
La primera cosa de hacer es quitar el pedúnculo y la piel a los caqui que deben ser maduros, quitándole eventuales manchitas negras. Los caqui son un fruto difícil de ligar, es por eso que se agrega la manzana; yo personalmente prefiero rallarla, pero va muy bien lo mismo cortada a pedazos bien pequeños.
En una cacerola pondremos los caquis, la manzana, el limón con la ralladura de la cáscara, el azúcar y la esencia de vainilla y haremos cocinar a fuego medio revolviendo y espumando hasta que no llegue a su justa consistencia, más o menos unos 40 minutos.
Apagamos el fuego y le incorporamos el licor, mezclamos bien y después lo envasamos con la mermelada rellenando hasta el borde del frasco, que daremos vuelta, tapa abajo, por unos 15 minutos, para crear el efecto al vacío.
Aquí en italia son años que se consigue un producto a base de pectina que sirve para hacer mermeladas utilizando mucha menos azúcar y con la posibilidad de reducir mucho los tiempos de cocción, esperando que esto no destruya completamente las características de la fruta. Yo lo utilizo desde hace mucho con muy buenos resultados. El procedimiento es siempre el mismo con la única diferencia que cuando se agrega el azúcar se añade la pectina.
Como sea el modo en que la prepararán, van a obtener una mermelada típica de otoño y podrán utilizarla sobre rodajas de pan tostado, para poner sobre el helado o para hacer dulces, o para cualquier otro utilizo que vuestra imaginación les sugiera, y como siempre a mi no me queda otra cosa que decirles.....
BUON APPETITO!!!!
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