Ayer, con ganas de utilizar el repollo negro que me había sobrado, pensé en la "farinata", una receta típica toscana de origen campesina. Solo que, habiendo preparado la polenta enrollada rellena con salsa de carne hace dos días, pensé en hacer algunas variaciones, como de costumbre, y a este punto debería llamar a este plato la "SEMOLATA". Ya que usé sémola en lugar de harina de maíz y, por si fuera poco, sustituí la zanahoria y el apio picados con la calabaza cortada en trocitos.
Si están curiosas por saber qué ingredientes necesitamos, enseguida se los digo:
sémola 150 gr; col negra limpia 60 gr; calabaza pelada 100 gr; porotos cannellini (frijoles alubia) 200 gr; ½ cebolla pequeña; caldo de verduras caliente 500 ml; queso rallado; aceite de oliva; sal; ají picante (Chile) en polvo.
Como primera operación quitaríamos el nervio o tallo central de las hojas de la col negra (por favor, no los tiren absolutamente, podemos usar los tallos en otras preparaciones, ¿un ejemplo? ¡Una exquisita tortilla! O, como en esta receta, que las usé en la preparación del caldo vegetal).
Volvamos a nosotras, pelamos la calabaza y la cortamos en trocitos que pondremos, junto con las hojas de col negra desmenuzadas, en una olla grande con aceite de oliva y la cebolla picada (yo las adoro en rodajas, pero no me presten atención!). Salpimentamos, mezclamos y cocinamos durante unos minutos a fuego alto, luego cubrimos todo con una parte del caldo de verduras caliente.
Bajamos el fuego y dejamos cocinar, tapado, unos 10 minutos.
En ese momento dejamos caer en forma de lluvia la sémola mezclando y añadiendo más caldo, con cuidado de que no se formen grumos. Cocinamos la sémola, mezclando muy a menudo y si es necesario añadimos un cucharón de caldo caliente según la eventualidad.
Licuamos una parte de las alubias que vamos a incorporar, junto con el resto de alubias enteras, a la sopa de sémola unos minutos antes de apagar el fuego. Espolvoreamos el ají picante, mezclamos todo bien, servimos y...
Como teníamos que ser cuatro, en cambio solo quedamos en dos, me ha sobrado un poco de "Semolata" que reciclé para el almuerzo de hoy, dándole un nuevo aspecto:
Puse una capa de "Semolata" en una fuente para horno, por encima he puesto la mozzarella, cubriendo con la sémola restante y por último he rociado la superficie con aceite de oliva y cubierto con queso rallado. Horneé hasta que tomó color y...
DOBLE BUON APPETITO!!!
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