8 de marzo, reflecciones sobre este día

Ha pasado más de un siglo desde que se instauró el Día de la Mujer y hoy, más que nunca, me surgen tantas dudas, tantas preguntas, tantas perplejidades.

Hace tres años me pidieron que les contara, a los chicos de octavo grado, lo que significaba ser mujer en la sociedad  cuando yo era una niña. 

Mientras escribía, sin embargo, me  vinieron a la mente los ideales, los anhelos y las luchas por la emancipación de la mujer; las reivindicaciones  feministas , términos muy populares en la época!!!. 

Cuanto fervor había en los años 70 - 80, se creía firmemente que podíamos cambiar la mentalidad y el comportamiento de gran parte de la sociedad en la que vivíamos, especialmente en ciertos países donde no existían derechos para la mujer. Queríamos leyes que nos protegieran  

Sé que hemos recorrido un largo camino y que se han logrado resultados después de tantas luchas, pero al mismo tiempo me parece que muchas de esas batallas se han disuelto como pompas de jabón. Otras tantas se han convertido en tristes ilusiones y sueños inalcanzables y las leyes han quedado, a veces, en hermosas palabras escritas pero no consideradas.

Creo que muy a menudo nosotras mismas hemos sido las artífices de este resultado, ¿acaso no hemos creído realmente en él hasta el final? ¿Quizás entonces fuimos movidas, como simples peones, por quienes en ese momento ondeaban esta bandera sólo por una pura conveniencia política?

Hecho está que uno de los derechos primordiales por los que luchábamos era la integridad y la autonomía corporal, sin embargo hoy más que nunca este derecho es vulnerado cada día de manera reiterada. Cuanta violencia sexual contra el cuerpo de la mujer,  y cuanto se sigue utilizándolo de manera desproporcionada. 

La perpetuación a nivel mundial de feminicidios que quedan impunes porque no existen leyes adecuadas que nos defiendan y protejan. 

Sin entrar en el mérito de unos resultados NO obtenidos por la igualdad de derechos de remuneración, económicos, de carrera, políticos, y...

Sé muy bien que un poco más de 100 años frente a más de 2000 es una insignificancia, pero sinceramente hubiera esperado algo más para sentirme de festejo y querer celebrar este día!