bancos poéticos en los manantiales del lavino

Enmarcados por las aguas sulfurosas turquesas y escondidos entre los árboles y arbustos de la vasta gama de verdes, los bancos cobran vida, color y palabras, en el parque territorial manantiales del Lavino . 

Nos hablan de la esencialidad del agua que fluye a nuestro alrededor; que nos encanta con su melodía, sus colores y su fluir incansable. Haciéndose eco de las palabras de Gabriele D'Annunzio en su poema "Agua" que nos da la bienvenida apenas llegado:

Agua de montaña,

Agua de manantial,

Agua de lluvia,

Agua soberana,

Agua que veo,

Agua que alabo,

Agua sonando,

Agua que brilla

Agua que cantas y lloras

Agua que ríes y mueres.

Tu eres la vida

y siempre huyes.

 

Mientras sigo deambulando me pregunto si sentarme o no en estos bancos. ¿Pregunta casi sin sentido, dicen? En cambio no, porque estoy indecidida entre el cómodo y  fresco  cobijo  que se me ofrece  en este día de fuego, y las ganas de descubrir el ingenio y la habilidad de quienes se encargaron de crear este parque.

Cruzando puentes, bordeando pequeños lagos, saltando troncos y recorriendo senderos que me fascinan por la belleza del lugar, tengo ojo vigilante, también, para no perderme los bancos poéticos, quedándome cerca y esperando que quienes lo ocupan, tarde o temprano, se levantarán permitiéndome de mirarlos en su totalidad. 

Y  cuando llegué al área de juegos infantiles, no fue una sorpresa encontrarlos muy juntos, casi formando una ronda, recitando la "Canción infantil de la semana".

y el sábado, os aviso, está la fiesta de las sonrisas.

Disculpen si me dejé llevar y no pude resistirme a agregar la mía a estas imágenes, espero que me entiendan... estaba en el área de juegos de niños!!! 

Les recomiendo, no se queden en lo que les estoy contando, debes visitar personalmente este rincón paradisíaco, además porque aún queda mucho por contar y… 

   

FELIZ VIAJE A TUTTI!!!