05 enero 2022

presepios, que pasión



 icono de italia

Mientras hago avanzar los Reyes Magos hacia la Cueva de mi presepio, empiezo a sentir una cierta nostalgia. Estoy en el umbral del 6 de enero y este año también siento que las fiestas aún deben llegar.
Cuantas tradiciones perdidas, cuantos eventos no se celebran o ya no existen y sobre todo cuantos no los he vivido... 
Desde hace dos años esta pandemia nos niega y nos prohíbe, y cuantas veces somos nosotros que evitamos los encuentros, cambiando así por completo nuestra vida. Cada uno engañan a la situación a su manera. 
Yo a menudo me sumerjo en lo que he fotografiado a lo largo de los años. Entre estas  he revisto con placer aquellas durante las festividades en familia y también dando vueltas por los pueblos o ciudades. 
Como las que inmortalicé y filmé en  el presepio vivo de Vicoli  en el 2014 (¡hoy parece imposible de replicar!). 
 
Volver a verme en Lanciano en el 2017 , cuando  fui al Auditorio Diocleciano  donde se montaba la XXVII edición de "Redescubriendo el Presepio". Entre estos imponentes muros, además de los expositores y presepistas de distintas regiones, había, en su interior, un espacio dedicado a un concurso para escuelas. Imposible no quedar fascinados por la imaginación y los materiales con los cuales estos presepio habían sido realizados. Comenzando desde los más tradicionales y fieles a la ambientación hasta los más futuristas. Qué decir después del presepio realizado enteramente con la pasta, o el "Pesebre ... Explosivo" con fósforos y palitos de helado elaborados por los alumnos.

  
 
  

Doy otro salto y, mientras me dejo llevar por la música de la zampoña y la chirimía por las calles del centro histórico de Catignano, varios carteles advierten que me sumerjo en la 2ª edición Presepios en luces: " Ninguna noche será como esta. Que emociones esas luces, esas voces. El resplandor me ha conducido hasta a la cueva para ver al pequeño”. Me muevo de un presepio a otro, incluso aquí ¡qué fantasía! ovillos de lana que se transforman; cestas de mimbre que contienen la Natividad; Galletas que cobran vida. 

Entre muchos me llama la atención este belén que hoy,  al verlo de nuevo, me parece una señal premonitoria de lo que llegará … mientras que por suerte en aquella noche del 2018 quería ser solo un símbolo para todos aquellos que estaban enfermos .

Desvío estos tristes pensamientos y sigo navegando entre tantas creaciones dándome cuenta que, tanto para niños como para adultos, el pesebre es una pasión hecha de tradiciones postergadas, ingenio y laboriosidad.
Así que vuelvo a sumergirme en las concurridas calles del barrio de S. Giorgio Armeno en Nápoles para emocionarme, en cada ángulo, en el mundo infinito del PRESEPIO NAPOLETANO.
   

Es una magia que se revela en cada tienda donde los maestros belenes elaboran todo tipo de estatuillas artesanales y no solo religiosas. Para elegir entre ellos está el pastorcillo durmiente Benino. Porque sin que él lo sueñe, el pesebre no existe; y en su sueño se realiza de nuevo el milagro de la Navidad.
Y como  dijo Edoardo De Filippo en su obra " Natale in casa Cupiello "
TE GUSTA O PRESEPIO??!!

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