Días atrás encontré está hermosa imagen en facebook en " La Bioguia" y me hundí en el sillón, sumergida por la fragancia de sus flores......
El perfume de la lavanda es el que más llena mi corazón. El amor hacia ella me la trasmitió mi madre y todavía guardo muy celosamente las flores secas que ella me ha dejado junto con el secreto de como conservarlas para que perfumen los cajones y los armarios.
La lavanda es una planta que no puede faltar en ningún jardín o terraza o balcón que sea, y no solo para nuestra alegría sino también para la felicidad de las mariposas y de las abejas...no saben que exquisita es la miel de lavanda!
Tuve la suerte de descubrirla, junto a la mermelada, en un negocio dedicado solo y exclusivamente a esta perfumada planta......me quedé encantada viendo lo que eran capaces de hacer con ella, más allá de lo que es la parte decorativa: aceite esencial de lavanda; jabones; velas; naturalmente todo tipo de colonia y perfume; como ya he dicho mermeladas y miel... Pero sobre todo fue donde descubrí todas sus propiedades, y donde se despertó esa curiosidad de hacer con sus flores, más allá de las bolsitas y almohadillas perfumadas, el aceite, el agua y los sales de lavanda.
La lavanda es una planta rústica que crece en zonas áridas del mediterráneo; existen muchísimas variedades, (la que yo poseo es la Angustifolia); todas prefieren lugares muy asoleados y terrenos secos, hay que tenerlo bien en cuenta cuando iremos a elegir donde posicionarla para que pueda crecer bien armoniosa y sobre todo cuando deberemos regalarla, cuidando que no hayan restaños de agua.
El periodo màs indicado para ponerla en pleno terreno es a fines de otoño, inicio de primavera; pero podremos muy bien plantarlas en macetas durante todo el año.
La lavanda no necesita de muchos cuidados, así qué puede ser la planta indicada para quién no tiene el pulgar verde!
La veremos florecer en primavera y su perfume nos acompañará por todo el verano, donde, por las tardecitas, será el momento mejor para juntar sus flores que podremos poner a secar, colgadas cabeza abajo, en lugares sombríos y aireados.
Mientras deberemos podarlas a fin del verano, inicio otoño no solo cortando todas las flores sino también parte de la vegetación, pero sin llegar a los ramos sin hojas. Veremos en poco tiempo nuestra planta que pondrá sus hojas nuevas y dará nuevamente forma a todo el arbusto.
Si queremos multiplicarla lo podremos hacer, a fines del verano, por esqueje, eligiendo ramas jóvenes, de solo un año, que no han florecido y sin cortarlas iremos a enterrar la parte central-baja del ramo a unos 10 cm. profundidad en el terreno circunstante, o, en el caso que nuestra planta esté en una maceta, colocaremos otra a su lado, de la misma altura, con una mezcla de turba y arena y ahì enterraremos el ramo.
La dejarán radicar hasta la primavera sucesiva y solo ahí cortarán el "cordón umbilical" y deberán podarla anticipadamente el primer año para evitar que florezca, permitiendo de esta manera que la planta se fortalezca y así poder, por 8-10 años, regalarles colores y aromas. Mi consejo es de esperar un año antes de transvasar la nueva plantita, permitiéndole de esta manera de radicar muy bien.
Este año he intentado otro sistema de reproducción: a fin de verano he cortado un tallo, a unos 6 cm., con la base dura y las hojas tiernas (siempre de un año de edad y que no ha florecido) y lo he puesto a radicar en una mezcla de turba y arena, manteniéndolo húmedo...... esta primavera les contaré el resultado obtenido.
Una curiosidad, dicen que el perfume de la lavanda sea molesto a los mosquitos o zancudos como los llama mi amiga venezuelana; un motivo màs para plantarla!! y que otra cosa puedo decirles........
BUON LAVORO!!!!
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