Otoño.....entre las hojas anaranjadas, rojas y doradas, las nueces, las granadas y los caqui, la calabaza es el símbolo por excelencia de esta temporada, aunque si esta hortaliza es desde hace tanto tiempo que viene descuidada y olvidada.
Sin embargo, la calabaza, es una hortaliza con aspectos tan múltiples que podemos paragonarla al cerdo, dado que de ella no se tira nada, y por sus varias utilizaciones ha tenido una importancia relevante desde la antigüedad.
Europa ha conocido la calabaza, junto a las papas, a los tomates y a sus primas, los calabacínes, gracias a las ofrendas hechas por los indígenas a los colonizadores que visitaron "el nuevo mundo", donde era parte integrante de sus alimentación desde más de 6.000 años antes. Nos han dejado señas, de esto, dibujadas en las paredes de una gruta en México.
Se ha siempre dicho que la calabaza es originaria del Perù, pero existen noticias de que era ya conocida, cultivada y apreciada por los egipcios, por los indígenas de oriente, por los árabes y por los nigerianos en épocas a.C.. Informaciones estas que insinúan tantas dudas sobre el hecho que sea originaria solo de américa.
La confirmación creo nos venga también del surtido infinito que hay de calabazas, sea como formas, como grandeza y como diversidad en sus aspecto exterior. Solo para nombrar algunas de las variedades que encontramos aquí en Italia, sea verdes que amarillas, tenemos la "marina de chioggia"; el "moscato de provenza"; la "violín"; el "turbante turco"; sin descuidar las calabazas ornamentales: calabaza botella del peregrino; los diez mandamientos....las lagenarias.
Es, por la mayor, de estas calabazas ornamentales que se obtienen variados resultados; vaciadas de la pulpa se transforman en recipientes de tantísimos usos: cantimplora y garrafa, livianas e impermeables, para transportar el agua de la fuente y llevar consigo en los campos llenos de agua fresca o de vino; o para conservar la manteca de cerdo, o aún para batir la crema y hacer la manteca.
Sin dejar a medias la importancia que tiene en Argentina, en Uruguay y en otros países sudamericanos para realizar el "mate".
Desde hace siglos, materia prima para forjar instrumentos musicales, de percusión y de viento, con las más variadas formas, no solo en las américas, sino también en el continente africano, en China, en India, Japón, en Tailandia: hay grandes surtidos de sonajeros; tambores, entre los cuales uno de agua donde flota otra calabaza en su interno; especie de trombas y de clarinetes; utilizada come caja armónica en instrumentos de cuerda; el órgano de boca y también los xilófonos.
Desde algunos años en Italia se ha descubierto esta hortaliza en su aspecto más grotesco con la calabaza de Halloween, que iluminada desde su interno debería ahuyentar los espíritus malignos.
Y permaneciendo en lo que podemos definir "magia", no se puede no pensare a los brujos de las islas Hawai donde parece que ellos encerraban las almas de las personas vivientes adentro de las calabazas para luego ofrecerlas como manjar.....
Yo prefiero pensar a la calabaza de Cenicienta que se transforma en carroza para ir al baile... esta sí que es magia!!!
He dejado por último sus múltiples utilizaciones en la cocina: desde el relleno para los tortelinis, de las sopas, risotos, ñoquis y primeros platos varios; desde los contornos, a las tartas saladas; a las semillas saladas, a las conservas, a las mermeladas y a los dulces.... estas son solo algunas ideas:
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